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Los anarquistas y el 15M

In Uncategorized on 2 enero, 2012 at 10:20 pm

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English translation here

Traduction en français ici

Traducción al checo aquí, la crítica hecha por el grupo ‘Tridni Valka’ está traducida al inglés aquí.

Este texto está escrito en Madrid, por lo que muchas de las descripciones y reflexiones pueden no ajustarse a la realidad de otras localidades, especialmente dada la heterogeneidad del movimiento 15M. Aun así, pensamos que puede resultar útil como punto de partida para la reflexión a todos los compañerxs que se están implicando en las asambleas, independientemente del sitio. El texto ha sido redactado y corregido precipitadamente para que estuviese disponible antes de la convocatoria de asambleas de barrios y pueblos del 28 de mayo. Tenedlo en cuenta a la hora de leerlo y disculpad las meteduras de pata que pueda tener.

0. Unas palabras para empezar…

Dejemos las cosas claras. Lxs que firmamos este texto somos anarquistas, comunistas antiautoritarios, anticapitalistas o la etiqueta que más os guste. Es decir, estamos por la abolición del trabajo asalariado y el capital, la destrucción del estado y su sustitución por nuevas formas horizontales y fraternales de vivir en común. Creemos que los medios para conseguirlo deben ser lo más coherentes posible con los fines que buscan y, por tanto, estamos contra la participación en instituciones, contra los partidos políticos (parlamentarios o no) y las organizaciones jerárquicas, y apostamos por una política basada en el asamblearismo, la solidaridad, el apoyo mutuo, la acción directa, etc. Porque estamos convencidos que estos medios son los más eficaces para llevarnos a la revolución.

Editorial: Ellos dicen mierda….

In número 6 on 19 febrero, 2011 at 2:37 pm

Vivimos una época marcada por un profundo retroceso del pensamiento político y una incapacidad manifiesta para defendernos de la creciente degradación de nuestras condiciones de vida: el paro, la incertidumbre, el mercado laboral, los salarios, la vivienda, la sanidad, la educación, la jornada laboral, etc. Todo esto genera miedos, ansiedades, depresiones, etc. que acaban deteriorando nuestra situación psicológica y, a la vez, las relaciones con nuestro entorno personal más cercano. Convencidos de no poder cambiar el mundo, nos contentamos con la libertad que el poder nos deja; es la “libertad moderna”, que nos permite hacer de todo salvo ocuparnos de un cambio sustancial de la sociedad en la que vivimos. Unos se esconden en el consumo desmesurado o en formas de vida alternativa, y otros, los menos, en dar su particular visión del mundo a través de sus experiencias de “hombre moderno[1]. Cualquier cosa menos la acción colectiva para subvertir el estado de las cosas. Éste es uno de los principios básicos sobre los que se asienta el Capitalismo: el atomismo social. Este “espíritu” del Capitalismo es la ideología que justifica el compromiso con el sistema, una labor compleja preparada durante años por Fundaciones (“think tanks”), agencias de comunicación, y otros resortes de poder ligada a los intereses de las élites económicas, aprovechando el tremendo poder de creación de la “realidad” de los mass media para presentar como beneficiosas las reformas exigidas por el Capitalismo: privatizaciones de empresas y servicios públicos, reformas laborales, endeudamiento público, creación de sistemas de pensiones privados, etc, así como inculcar los valores dominantes (el culto al dinero, el individualismo agresivo, la competitividad como valor supremo…).

El que se mueve no sale en la foto

In número 6 on 19 febrero, 2011 at 2:23 pm

En los últimos años, el movimiento anticapitalista se ha hecho cada vez más dependiente de los llamados “medios de contrainformación”. Por varias razones: en primer lugar, la irrupción de Internet en los medios militantes ha puesto al alcance de nuestra mano una supuesta capacidad “contrainformativa” que era impensable en la época del recorta y pega, los fanzines fotocopiados y la contrainformación por teléfono. Hasta qué punto esta capacidad es real, o es una simple ilusión, es una de las cuestiones que nos llevó a escribir este artículo. Por otro lado, las webs de contrainformación se están convirtiendo más y más en el principal medio de acceso al “movimiento”, tanto como primer contacto desde el “exterior” como entre los propios militantes anticapitalistas. Hoy en día, si alguien quiere saber algo de algún colectivo, tema, conflicto, etc., lo más probable es que busque en Google, y de ahí a la web de contrainformación que caiga. Igualmente, para los militantes, una gran parte del contacto con el resto del movimiento se hace a través de las webs, principalmente de contrainformación. Sólo estas razones ya harían necesario un análisis de la contrainformación, sus prácticas y sus consecuencias. Pero además, desde hace unos años venimos viendo en el movimiento “alternativo” como aparecen y desaparecen una serie de medios de contrainformación cuya práctica deja mucho que desear. Por ello vemos necesaria una reflexión sobre este tipo de medios para, desde la crítica, intentar avanzar en el proyecto revolucionario. No pretendemos dar el ABC de la contrainformación, pero sí contribuir a que pensemos de qué manera queremos comunicarnos entre nosotr@s y con el resto de la gente.